Otorrinolaringología Infantil
Es una parcela muy importante de la especialidad porque necesita de profesionales habituados al trato con los más pequeños, aparataje adecuado y mucha paciencia para conseguir la confianza de los niños.
Llama la atención como los oídos crónicos supurativos, con perforaciones enormes y colesteatoma como complicación, están siendo relegados a una posición muy irrelevante dentro de la especialidad.
La colocación de tubos de drenaje y ventilación transtimpánicos que colocamos en los niños que intervenimos otitis media seromucosa y de adenoidectomía favorecen la buena ventilación de esos oídos, previniendo la evolución hacia la cronicidad y las complicaciones antes citadas.
Hay distintas escuelas a la hora de afrontar los problemas de adenoiditis crónica y otitis media, pero a esas edades lo primordial según nuestra experiencia es que el niño tenga una audición normal que le permita el aprendizaje correcto y una calidad de vida buena, evitando la obstrucción nasal que provocan las adenoides y la deformidad de paladar, etc. No podemos esperar hasta edades próximas a los 10 años para que vayan mejorando espontáneamente.
El otorrinolaringólogo debe seguir la evolución de los recién nacidos que han tenido unas otoemisiones anormales, dado que esta demostrado que los primeros seis meses son fundamentales para el diagnóstico correcto de las hipoacusias. Los potenciales evocados auditivos nos diagnostican problemas auditivos precoces con las suficientes garantías.
Hay que encauzar a estos niños en la rehabilitación y educación mediante prótesis y en caso necesario de implantes, que cuando se realizan antes de los tres años tienen un beneficio y resultados próximos a una audición normal.
